jueves, 16 de agosto de 2012

El Rescate.

 

Hubo un momento en que las teorías sobre los viajes en el tiempo desarrollaron la conclusión de que, si existiera la mínima posibilidad de hacerlos, daría lo mismo porque se abrirían otras líneas espacio-tiempo no afectan el curso de los hechos de la línea espacio-tiempo propias. Otra tendencia fue que las líneas espacio-tiempo no se desdoblan sino que, al influir sobre los hechos del pasado, inevitablemente existe un efecto mariposa sobre los hechos futuros insospechados e incontrolables debido al caos del universo, por lo tanto debieran estar terminanantemente prohibidos. Así que, cualquiera sea la posibilidad, para un humano normal se haría imposible viajar al pasado para intervenir en el futuro.


Nosotros, debido al curso de los acontecimientos de la historias y gracias a que hubo un lapso de años en que el conocimiento científico está disponible para todos. Sin embargo, desde las últimas decadas todo se ha revertido, un auge de los gobiernos represivos, la censura y el predominio de la ignorancia han cambiado los planes de ellos y también los nuestros. Los movimientos de contra han aprendido viejas estrategias y han comenzado a desarrollar un plan que es clave que podría inclinar la balanza a nuestro lado. Nuestros analístas históricos han definido el accionar de ciertos personajes del pasado y nuestros científicos han estado investigando todas las áreas del conocimiento y las culturas ancestrales para acceder a un accionar en el pasado.

Apuntes de la Comandante Sofía.

El estudiante de casi diez y siete años se había levantando temprano, algo agitado por los turbadores sueños que le acosaban desde hace días. Palabras e imágenes combinadas confusamente en un flujo continuo, se repetían; por eso es que había comenzado a temer volver a dormir, pero aún no le decía a nadie lo que le pasaba. En el viaje a su colegio se fue escuchando la radio, las noticias hablaban de las protestas de los estudiantes por la educación, él sabia lo que vendría pronto, con sus compañeros habían planeado tomarse el colegio, como el trayecto es largo terminó durmiendose acurrucado en un rincón de la micro.

Despertó a tiempo para bajarse y correr antes de las 8:05am en que cerraban las puertas del inmenso colegio gris y comenzaba la fila para anotaciones de los retrasados en que, además, hacían una inspección refinada sobre la presentación de cada muchacho. El pelo bien corto, camisa blanca, zapatos negros, corbata y chaqueta con la insignia. Que se cerraran las puertas era como trepar una doble muralla en alto llena de púas y todo eso. Así que logró pasar a tiempo bajo la mirada atenta de los auxiliares prestos obedecer la orden del inspector de turno.

Directo a la fria sala de clases, cruzando el par de quioscos de latón y subiendo las escaleras, caminando por el pasillo y luego a la derecha. Aún no llegaba el profesor de matemáticas, tampoco creía que llegaría, tal como ocurría muchas veces durante ese año. Miró abajo al zócalo a ver los que jugaban con la pelota de plástico  y le entraron ganas de bajar, quería hacer algo de ejercicios antes de comenzar. Pero el profesor llegó. Llamaron a los compañeros para que subieran rápidamente pero el profesor cerró la puerta y no los dejó entrar hasta que estuvieran presentables.

El tercero en entrar fue Zapata, uno de los que más discutía y que muchas veces hablaba de la sociedad y los cambios que se necesitan para un país más justo. A veces le prestaba atención, otras no porque hablaba en muy complicado. Prefería continuar leyendo el libro que tenía en la mano. Sin embargo, en esta ocasión, algo le llamó la atención, le parecía haberlo visto hace un rato antes de llegar a clases, pero Zapata vivía por Quilicura y el estudiante por La Pintana; era imposible.

Continúa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario