viernes, 20 de julio de 2012

Infiltrado entre los Alfiles

 
No había fundamentación alguna para convocarme al colosal edificio dentro del cual cohabitaban los ingenios podridos que ahora mismo se coludian para llevar un proceso en mi contra. De eso no me arrepentía, de haber dicho o hecho lo correcto, más me arrepentía de no haber tenido los huevos de hacer explotar a esos viejos con sotana que, desde que me descubrieron, me miraban con un odio visceral junto con negarme la palabra, siendo esto una mezcla de alivio e inquietud.


Decían que se arrepentían de haberme apoyado y financiado en el proyecto del taller de ajedrez, me recriminaron profundamente que no solo les enseñaba el juego a esos niños, sino que también de historia algo, ciencias otro tanto y lo peor, para ellos, es que decían que les inducía al ateismo, a desconfiar de la Santa Iglesia Romana.

Como no desconfiar, si la discusión sobre la perversión de muchos de nuestros honorables sacerdotes [guías espirituales] ya no era solo un asunto interno de la curia. Pasó a escándalo público el tema de que, incluso grandes directores de colegios y líderes religiosos hacían fiestecitas con niños de menos de quince años, reemplazando la fidelidad a la cruz por la fidelidad al falo disruptor de la inocencia.

Les enseñe a leer también si, era necesario. Les conté historias de los curas malos también, de como luchaban entre sí con hambre voraz para estar más cerca del Dios que les pintaba el Vaticano.

La idea de la banda Jaque Mate fue de ellos, propuse una estrategía de acción basada en las prefiguraciones de las jugadas de cada pieza considerando las posiciones de las otras; una representación. Llegué también a sentirme parte de la banda.

Entonces nuestra jugada de presentación fue simple pero impactante, peón e4, con un mensaje claro esparcido por toda la ciudad:

"los alfiles se comido al rey
se cobijan en la torre"

Claro y contra la curia que levantó los ánimos como no había ocurrido en años. Los rebeldes se sentían felices y yo podía ver que de a poco lograba desmembrar toda esa arquitectura despreciable.

Pero no me podían juzgar, cumplí el objetivo, aún así me pregunto ¿me condenarían por abigeato de sus borregos? Ya no lo eran ¿Me expulsarían de la Sagrada Iglesia? Ya tenía pensado renunciar. Finalmente tenía el registro de todos sus delitos para mostrarle al mundo desde wikileaks. Jaque Mate.

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