sábado, 16 de junio de 2012

Esto no sale en la farándula




Me terminé perfumando
con la santería rota
de un perro rockanrolero
en el día en que se hizo necesario
un sindicato de payasos
por la trágica muerte de cucarrito
en la panamericana a las siete
¡No fue mi culpa!
dijo el chofer de la peñaflor.

Y no fue por dedos congelados
ni  por las patas tiesas
o la nariz moquillenta
por la triste inmortalidad
de momia congelada
que como dos siglos fueron
dos meses nadie enterró
al miserable perro rocanrolero
hasta que el cielo lloró.

Y que, si al final el malparido
terminó reventando por las tripas
y en los huesos por los bichos
y pudriéndose con sus aromas
de carne rancia
me terminé perfumando
con la santería rota
de un perro rocanrolero
porque tomo la micro
en ese mismo lugar.

2 comentarios:

  1. Esta forma de sensibilidad inteligente.... es lo que me hace sentir afecto y admiración por todos y cada uno de ustedes.... mis queridos pájaros verdiano amigos....

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