Cien hojas.

Una gran pesadilla escolar es la lectura obligatoria de algunos libros que dan los profesores a sus alumnos como una gotera maquinalmente programada para destruir la imaginación que aún no margina en cada cabecita. Una tortura que hace terminar odiar las letras, desgasta el buen hablar.

Perderse.

 

Anduvo caminando varias días. Era verano por lo que no sintió frio, cuando oscurecía buscaba un rinconcito en un cajero autómatico y podía dormir hasta las siete de la mañana en que comenzaban a pasar las máquinas. No había pensado nunca en comenzar la vagancia, mas es la forma que mejor sentía luego de lo que le había pasado. Perderlo todo.

Lágrimas por una libreta de ideas.

 

Fue en la plaza o en la micro, cuando me acosté a dormir en la silla de la micro o en el banco de la plaza. Andaba muerto de sueño porque había tenido un examen en la mañana y no quería volver a casa a aburrirme, a la tarde habíamos quedado de ir a ver alguna película con una amiga, no la veía hace tiempo.

Las manos.

A pesar de que las considero como un mundo complejo, por sus diversas aristas con que se les puede abordar, creo que lo más fácil para comenzar a describirlas es que son parte del cuerpo humano (evidente), característica especial que se destaca en en homínidos, otros simios y lémures (abaracando toda la familila de primates).

La condición de Gea.

 

En ella ninguno de los integrantes de la gran familia de los dioses confiaba, la encontraban vaga o inútil. Pero a todos les sorprendió en su inmenso aburrimiento cuando miraban la esferas que giraban en elipses en torno al sol sobre que hacer con eso.