sábado, 1 de septiembre de 2012

Comunismo


He visto un problema que adolecen muchas agrupaciones, sobretodo políticas, respecto a que ellas mismas tienen una propuesta o planteamientos que pueden llegar a ser interesantes e incluso convincentes, pero ocurre que son estructuras tan complejas que resultan imposible llevarlas a cabo. Imagínense a un científico loco, que pretende cambiar la forma de su perro sacándole los huesos y poniéndole otros huesos de otras formas. Verdaderamente está loco porque es una locura.

Mi parecer es que es una mala idea partir o pretender cambios desde lo político, es decir las estructuras con que la sociedad se debería organizar y decidir sobre sí misma. Lo explico, antes que nada hay que tener claro que las transformaciones se deben dar a nivel de relaciones con nuestro entorno, entre los mismos seres humanos, responder a otro sentir superior a lo meramente político que serían los fundamentos éticos con los que sustentarnos.

No es un llamado a borrar el aspecto político sino un llamado a cambiar el enfoque de como desarrollar lo político que necesariamente este enfoque va más allá, ya que mira hacia un reflexión y prácticas culturales, tanto las creaciones humanas, como el desarrollo de las tecnologías, el uso de la energía y los recursos.

¿Cómo plantearse ante tantos requerimiento? Pienso yo que es un cambio completo a las relaciones humanas, en otro nivel los modos de consumo y producción. Un planteamiento de diversos niveles o estratos que considere cada aspecto en nuestro actuar. Digamos un comunismo sincero, que no necesite de afiches, eslogans, consignas. Un actuar indeleble e imperceptible, que no diga yo soy  comunista porque mi bandera es roja y con monos comunista, sino que diga yo soy comunista porque lo practico, es difícil, pero lo practico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario