lunes, 3 de septiembre de 2012

Avión viejo




El abuelo es un tipo extraño, cada vez que se siente desesperado escapa de la casa y toma el avión a algún lejano lugar del mundo. Pienso que el cree que escapando de este lugar sus remordimientos no le seguiran, no se si sea así porque jamás he tenido remordimientos. Vuelve cuando ya se ha cansado de conocer gente de otros lugares y aprender sus idiomas, él trae historias de todas partes y las cuenta cada tarde que vamos a verle.


Es un avión de hace décadas pero aún funciona y mi abuelo puede manejarlo sin problemas. Siempre dice que era un sueño de su infancia, así que trabajó y trabajó juntando cada moneda que le sobraba. Nunca lo hubiera logrado sino hubiera sido porque se hizo amigo de un hombre muy rico que encontró un talento innato en mi abuelo para contar historias. Le enseñó a volarlo y luego desapareció del mapa.

En el hangar tiene un taller en donde guarda miles de fotografìas, cuando se escapa entro al lugar y reviso cada fotografía. Puedo estar horas y horas mirando, imaginando todo lo que pudo haber vivido en cada lugar. A veces aparece en ciudades, abrazado a hombres negros, monjes del tíbet, japoneses, australianos, europeos. En otras imágenes solo se observa paisaje, la mayoría desde una perspectiva cenital en donde se nota la altura del avión.

Verdaderamente ha viajado mucho en ese viejo avión, el pájaro azul le llama, y aún no descubro que es lo que busca realmente en esa soledad aérea, si paz o la respuesta a sus preguntas. Cuando vuelo con él, miro y escucho adentro del aparato, toda la trayectoria aérea y el aporta con su silencio y concentración. Debe ser lo mismo cuando va solo buscando algún itinerario desconocido, un agujero hacía algún otro mundo.

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