En la honda preocupación de encontrar las palabras correctas para poder llegar a la expresión exacta, se somente al escrutinio de su propio interior, tratando de recordar los signos correctos que le daran voz a todos los significados que le apabuyan el pensamiento.
Porque con la voz apenas alcanza para darle una orden de levantarse a su mano y coger el vaso quebrado que ha dejado caer. Expresar el dolor que le pide la sangre que fluye por la otra mano en el punto que se cortó. El sentir natural hace que las ordenes viajen rápidamente desde el cerebro para contraer la mano y llevarla a la boca que succione y alivie con las caricias de la lengua, la misma que logró gritarlo, para acallar el dolor.
Es distinto otro dolor que sale del sentir. Otro sentir el que aparece a nivel del amor. Que va directamente relacionado desde lo concreto del abrazo y la sonrisa porque dejan de existir. Se alejan, desaparecen, fenecen. Es un dolor potente que vibra y la expresión no es solo una palabra sino llanto, sollozo. Es como cortar el alma y dejarla sangrar.
Pero, me pregunto también (además), ¿cuál es el signo de todo el dolor? No solo del dolor fìsico, de los sentimientos, sino también de los pueblos que se ven destruidos, desarraigados, diseminados. ¿Cuál es el signo del dolor de la tierra? El planeta que habitamos y que contaminamos. ¿Somos los seres que pensamos o los seres que contaminamos?
Busco el signo, debo encontrar el signo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario