Es tanto como los signos que realizan las hermanas voladoras que la buscadora se aventura por el inmenso territorio que cubren los dominios de esos reinos subterráneos; que vuelve y comunica a las abrecaminos para guiar la ola chicas responsables.
Aunque el fuego o el agua sean los dos modos para su exterminio, sobreviven con persistencia debido a la habilidad tremenda de ser muchas. Cada una carga y traslada huevos de futuras ellas mismas a un lugar seguro. De debajo de unas hojas aquellas pequeñas partículas blancas son trasladadas.
Mastica o cortan el alimento, dulces, salados, carnes. Domestican pulgones para exraerles su jugo dulzón. Depositan todo en sus galerías construidas por las ingenieras y obreras. Una es débil, muchas son fuertes.
Lo pide la reina. Ella sincroniza las voluntades de todo el grupo para lograr la sustentabilidad del hogar. Copula y se reproducce para salvaguardar la especie. Es su deber, su aporte a la comunidad.
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